El aprendizaje vicario o cómo enseñar con el ejemplo

El aprendizaje vicario, o aprendizaje por observación, es una de las formas de enseñanza más antiguas que existen. Está presente en todas las especies de animales y constituye uno de los métodos más efectivos para que niños y niñas puedan aprender ciertas conductas de forma sutil. Entérate de esta bonita forma de enseñanza y su proceso.

¿Dónde lo habrá aprendido?

Niños y niñas, de forma inesperada, a veces dicen palabras o tienen conductas que nosotros, los adultos responsables, no les hemos enseñado. A veces puede ser una palabra extraña o una forma peculiar de saludar. Ahí es cuando la pregunta “¿dónde lo habrá aprendido?” aparece en nuestras cabezas de tutores.

Estos niños y niñas, aprendieron estas conductas mirando a un modelo significativo, que puede venir de muchas fuentes distintas, como la gente que va a tu casa, la televisión o tú mismo, sin darte cuenta. Lo anterior, combinado con la gran cantidad de conexiones neuronales que hay en el cerebro de un niño, hacen que procesen e integren información de forma muy rápida, generando el entorno perfecto para que les sea fácil aprender cualquier cosa, muchas veces de forma inconsciente.

El aprendizaje vicario

Diversos estudios sobre el aprendizaje han demostrado que podemos adquirir conductas nuevas en cualquier lugar, no solo en una sala de clases, y hasta cuando no tenemos la oportunidad[1]  de ponerlo en práctica. La única condición para que aprendamos es que la persona observe directamente a otro individuo  o modelo que realice una conducta particular.

El aprendizaje vicario, o por observación,  consiste en aprender mirando a otros. Los resultados de los procesos vicarios pueden ser tan amplios y significativos como los efectos del aprendizaje formal o intencional.

El proceso

El aprendizaje vicario tiene un proceso fácil de reconocer y que es bueno considerar, cuando estés en alguna situación nueva junto con un niño o niña con el que tienes un vínculo fuerte. Si tomas conciencia del importante rol que tienes para él o ella, verás que cualquier instancia es buena para enseñarle cosas nuevas.

Atención

La niña o niño debe prestar la mayor atención posible, es la única forma en que puedan aprender cosas nuevas y, de hecho, es la parte más compleja, ya que hay muchos factores ambientales que están fuera de nuestro control.

Por ejemplo, les será más fácil seguir a modelos que se parecen a ellos o ellas, en sus características físicas o sociales, así como a aquellos que perciben como famosos y a los que siempre ganan.

También hay una parte que depende del niño. La ansiedad, los problemas o carencias sensoriales, hacen más complejo prestarle atención a un modelo. Por último, la dificultad y el contexto para aprender, también serán otro factor.

Retención

Para poder imitar una conducta, o lograr que el aprendizaje vicario se produzca, es necesario que niños y niñas sean capaces de representarla de cualquier forma (en palabras o imágenes, por ejemplo) sin que el modelo esté ahí con ellos. Repasar el comportamiento del modelo significativo es muy importante para que se retenga la información.

Otro factor que incide en la retención de información, es la capacidad de niños y niñas a asociar este aprendizaje con otros anteriores.

Reproducción

En esta fase, el aprendizaje vicario está siendo integrado por los niños y niñas. Primero, se imita al pie de la letra la conducta aprendida, para luego ir adaptándola y haciéndola propia. El resultado obtenido es comparado con lo que hizo el modelo inicialmente y se hace una pequeña evaluación. En función de esto, se hacen algunos ajustes en caso de ser necesario.

Motivación

Un incentivo para repetir la conducta, siempre viene bien. Ten en cuenta que estos incentivos pueden ser directos y tangibles, pero también pueden ser algo menos concreto como realizar una tarea de forma más fácil, o conseguir un premio por ellos mismos.

Mientras más alta la probabilidad de recibir un incentivo, mayor será el interés de un niño o niña por repetir la conducta que le fue enseñada a través del aprendizaje vicario.

Albert Blandura, el autor del aprendizaje vicario. Si te interesa profundizar sobre este tipo de enseñanza, te invitamos a investigar sobre Albert Blandura. Fue un psicólogo canadiense que se especializó en formas de aprendizaje y realizó el “Experimento del mono porfiado” (o muñeco bobo, como le dicen en otras partes del mundo), que ayudó a establecer como una certeza el modelo vicario de aprendizaje.